Las demás naciones

© Susan Schalbe

"We need another and a wiser and perhaps a more mystical concept of animals.

Remote from universal nature and living by complicated artifice, man in civilization surveys the creature through the glass of his knowledge and sees thereby a feather magnified and the whole image in distortion. We patronize them for their incompleteness, for their tragic fate for having take form so far below ourselves.

And therein do we err. For the animal shall not be measured by man. In a world older and more complete than ours, they move finished and complete, gifted with the extenstion of the senses we have lost or never attained, living by voices we shall never hear.

They are not brethren, they are not underlings: they are other nations, caught wiht ourselves in the net of life and time, fellow prisoners of the splendour and travail of Earth. For the gifts of life are Earth's, and they are given to all, and they are the songs of birds at daybreak, Orion and the Bear, and dawn seen over ocean from the beach."

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"Es necesario ejercer un concepto distinto, más sabio y quizás más místico, respecto a los animales.

Distanciados de la naturaleza universal, viviendo en artificialidades, el humano desde su civilización examina la creación a través de la lente de su conocimiento y observa así una pluma magnificada y la imagen entera distorsionada. En nuestra mente, los tratamos con condescendencia por su incompletez, por su trágica suerte de haber nacido con una forma tan inferior a la nuestra.

Y en ello erramos. Pues los animales no deben ser juzgados desde nuestra perspectiva. En un mundo más antiguo y completo que el nuestro, ellos se mueven cabales, plenos, dotados con la extensión de sentidos que nosotros hemos ya perdido o que jamás tuvimos, y hablan una lengua que nosotros jamás podremos escuchar.

No son nuestros hermanos, no son subordinados a nosotros: son más bien otras naciones, atrapadas junto a nosotros en la red de la vida y el tiempo, compañeros prisioneros del esplendor y el predicamento de la Tierra. Pues los dones de vida son de la Tierra, y son dados a todos, y son las melodías de las aves al amanecer, son Orión y La Osa Mayor, son el atardecer contemplado sobre el mar desde la costa."

El texto anterior es un extracto de la obra The Outermost House (1928), del naturalista norteamericano Henry Beston (1888 - 1968).

 

Sentado en una mesa en el área de lectura de la biblioteca central del Colegio de Postgraduados, en uno de los últimos meses del 2018, pasaba las horas de una tarde en el silencio acogedor de ese templo del conocimiento. La biblioteca tenía un repositorio valioso de libros de décadas casi olvidadas ya: libros científicos de texto que alcanzaban en anterioridad hasta los años 60's en general. Era un deleite poder observar, lado a lado, las ediciones originales viejas más de cincuenta años, junto a las más recientes de no más de cinco años. Adentrarse en sus textos era percibir, más que observar, la casi tangible esencia del poder del avance científico plasmado en los párrafos, en las fotografías, en la obra entera material de esos libros y lo que su contenido representa(ba).

Había pues tomado del estante de libros genéricos de biología (ó tal vez ecología) uno de aquellos representativos de la surgente nueva era de las ciencias naturales, un tomo cuyo título mi memoria no registró pero era de los 60s ó 70's, estadounidense, y lo hojeaba, leyendo con interés aquí, allá lo que llamase particularmente a mi atención.

Esta cita se me presentó excelsa en su mensaje. Un mensaje que retrae a mi mente el recuerdo de la esencia fundamental que dominaba mi intención central al adentrarme en la carrera de biología: la fascinación ante el fenómeno de la vida, ante la Naturaleza, y el anhelo intenso por explorarla, conocerla, descubrirla, comprenderla, mirarla; percibiéndola como algo vasto, indefinible concretamente, de profundo misterio y maravilla, cuyos trasfondos, cuyas enigmáticas dinámicas y cuyo significado fundamental están vedados a nuestro completo entendimiento.

 

Beston aludió a un ámbito separado al humano, a un "mundo" aparte al que pertenecen, en el que habitan, al que contribuyen a dar forma los demás seres vivos de este planeta.

 

Esta perspectiva puede interpretarse de muchas formas distintas.

 

(Continuará)