Entelequia, palabra proveniente del término griego ἐντελέχεια (entelékheia) creado por Aristóteles a partir de las raíces en (en, dentro de), telos (finalidad, completo), y ékhein (contener, resguardar).

 

Aquello que contiene su finalidad en sí mismo.

 

Más allá de su acepción en filosofía clásica, aquí hacemos uso del término a partir del significado con que se utilizó en biología durante el desarrollo de doctrinas como el vitalismo, que si bien fue superada formalmente hace más de un siglo, presta algunos de sus elementos conceptuales a la exploración científico-filosófica reimpulsada a partir de finales del siglo XX y que en la actualidad trabaja por integrar aspectos de la metafísica al más amplio horizonte de la biología: aquél que abarca la realidad total percibible e inferida. El Universo. La Existencia.

 

Por tanto, honramos este espacio con el nombre de Entelequia, haciendo honor a una idea cuyo valor como herramienta exploratoria negamos deba ser sepultada bajo los decretos de corrientes dominantes científicas, una idea que, como verá aquí el lector que se adentre en la exploración de este espacio de conocimiento, puede ser clave en echar luz sobre el significado que, desde su advenimiento hace millones de años, la humanidad ha venido buscando con intensidad espiritual y racional.

 

En este espacio publicamos al alcance de todos, escritos formales que tocan una amplitud vasta de temas, pero unidos a un eje racional de búsqueda de conocimiento. Son trabajos fruto de una búsqueda esforzada y continua de más de 15 años de trayecto científico, empírico y espiritual, impulsado por la devoción por la importancia de la vida y por la crucialidad de la realidad que nos rodea y de nuestra existencia humana.

 

Bienvenidos.